COMUNICADO
LA UNIDAD DEPORTIVA MULT: como hasta hoy sigue comprometida, día con día, a combatir la pobreza, la desnutrición, por una mejor educación por medio de la cultura y el deporte, hemos demostrado una vez más que un libro y un balón de basquetbol pudo mover y abrir más puertas hacia un futuro mejor que las armas, que solo han creado más violencia y no nada más en la región indígena triqui, sino en todo México.
Historias como estas nos encontramos en cada comunidad.
¿No vas a la escuela, pregunto?, y su respuesta es convincente: "Tengo que cuidar a mis animalitos, acarrear agua, cuidar a mis hermanitos, ir al campo a trabajar".
Cuando no está en la mañana en el campo trabajando, acompaña a su mamá en la tarde con la hermana más pequeña envuelta en un "perraje" (manta para cargar a los bebés sobre la espalda). Montaña arriba, a conseguir leña o algún animalito o yerba(quelite) para comer y llevar a casa, cuando termina su jornada empieza su derecho a comer tortillas con salsa, frijol, aquí es algo natural su canasta básica es de tortilla, arroz, frijol, sopa y una vez por semana huevo.
Para estos niños, la escuela es un sueño imposible. Desde pequeños trabajan duramente para ayudar a completar el ingreso hogareño o cuando hay hambre las letras no entran, este es un tema que aún no entienden los maestros de la región que reprueban a muchos niños ya que me han dicho que se sienten incomprendidos y humillados por sus maestros.
El estado de pobreza y pobreza extrema en que viven ocho de cada 10 familias indígenas triquis hace de la niñez un potencial económico para la supervivencia.
A ello se suma una cultura autoritaria, machista y discriminatoria que visualiza al niño y, más aún a la niña, como seres con mínimos derechos.
En las zonas rurales, por ejemplo, la incidencia de la pobreza es casi tres veces mayor que en el área urbana, lo cual se traduce en exclusión social, étnica, económica y cultural.
Y aunque es una tradición que desde edades tempranas los hijos ayuden en el campo o carguen pesados bultos de leña, la precaria situación actual obliga a los padres a emplearlos en oficios duros y peligrosos como algo natural.
Por esta necesidades y problemas la UDMULT y el MULT se unen para evitar esta problemática dándoles una mejor visión y formas de trabajo desde sus comunidades y lo mejor que es por medio de su trabajo y esfuerzo.
Ya no queremos que nuestros niños y jóvenes sean manipulados para abandonar a su familia o comunidades donde por lo regular acaban peor de como salieron,
La niñez no escapa a la violencia generalizada que vive el país y al estado de desconfianza hacia las instituciones encargadas de poner freno a lo que ya se considera una epidemia que alcanza a todos los estratos y sectores sociales.
Detrás de cada historia asoma la cara de la pobreza con sus tentáculos: desnutrición crónica, mortalidad de 40 por cada mil nacidos vivos (46 en la población indígena), 20 por ciento de la población fuera del sistema de salud y elevada deserción escolar.
Son los grandes olvidados de la agenda noticiosa y también del Gobierno. Y México le da la espalda a su mayor tesoro, que en buena medida vive y crece excluido e invisible.
La niñez indígena triqui de Oaxaca, como la mayor parte de la población indígena, padece los rigores de la pobreza y la violencia, mientras resultan insuficientes las acciones que impulsan las autoridades para remediar la situación. Organizaciones humanitarias coincidieron en que por la explotación, las condiciones de miseria y la violencia, la niñez indígena triqui tienen poco que conmemorar sobre los Derechos del Niño. Los niños indígenas triquis de Oaxaca están expuestos a la violencia que generan asesinatos y esquivar balas en la región, los niños sufren violencia intrafamiliar, acoso de las pandillas juveniles cuando emigran fuera de la región para mejores oportunidades y la amenaza de recibir una bala perdida de las balaceras que se producen en disputas de grupos rivales. Los menores son los más vulnerables ante la pobreza "estructural" y la creciente violencia. Si queremos avances de protección Especial de la Niñez" tiene, entre otros, el desafío de "reducir los altos niveles de impunidad en los crímenes que se cometen contra la niñez y la adolescencia". Hay que crear programas de atención y seguimiento especializado para la niñez víctima de la violencia como los que la UDMULT, ya integro en la región. "La lucha contra la impunidad constituye una manera de hacer efectivos los derechos de la niñez", El problema del hambre en la región indígena triqui, se estableció que "la situación es preocupante" por los altos niveles de pobreza que golpea sobre todo a los niños de familias del área indígena. El 15.2 por ciento vive por debajo del umbral de la pobreza, mientras 68.3 por ciento padece extrema pobreza, indicó el estudio creado por estudiantes de la universidad de Chapingo y la UDMULT. La pobreza de la que son víctimas la mayoría de los triquis genera niveles altísimos de mala nutrición, la cual se calcula que afecta a 58 por ciento de la población. Los niños se cuentan entre las víctimas más vulnerables a la pobreza, la desnutrición crónica afecta a 80 por ciento de la niñez menor a los cinco años de edad. "La pobreza se concentra en las zona triqui, en las que vive 72 por ciento de los pobres de la población indígena de la mixteca baja, que representa en este momento 75 por ciento de los pobres en la región de la mixteca". La niñez indígena triqui está igual o más afectada por este fenómeno que el resto de los niños y las niñas de las comunidades rurales y urbanas.
U.D.MULT